lunes, 28 de julio de 2008

Van por la protección de los bosques nubosos del Nevado de Colima


Sergio Hernández - MURAL


Los bosques ubicados al pie del Nevado de Colima, fuera del Parque Nacional, albergan más biodiversidad que las selvas tropicales del país y no tienen ningún estatus de protección. Son los llamados bosques mesófilos de montaña, hábitat de especies animales como pumas, venados, jabalís y murciélagos.


Armando Chávez Hernández, Sonia Navarro Pérez, Cintya Segura Trujillo y Rosario Aceves Iñiguez, científicos de la Universidad de Guadalajara, apoyados por el Patronato del Nevado de Colima, se han dado a la tarea de justificar la necesidad de proteger el área, logrando recientemente el interés de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de Jalisco (Semades).



Estos bosques nubosos, que forman parte del ecosistema forestal más amenazado del país, tienen frente así el riesgo de los cultivos de aguacate, práctica que está siendo asimilada en las montañas jaliscienses por personas de Michoacán que buscan nuevas tierras donde suplantar la vegetación nativa por árboles que generan el llamado oro verde.


“El bosque mesófilo no tiene identificadas especies maderables como es el oyamel y el pino, donde la explotación es ir por todo. El caso de los bosques mesófilos la amenaza mas importante es el cambio de uso de suelo, como es la agricultura, como es en este caso el aguacate que le esta ganando terreno a los mesófilos, lo cual es súper grave por toda la biodiversidad que se pierde”, señala con preocupación Sonia Navarro Pérez, investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).



“El cambio de uso de suelo afecta de muchas maneras, es un problema de muchas aristas, el agua es otro de los factores que es súper riesgoso, que se este pensando en quitar cubierta de mesófilo por esto. La gente del bosque mesófilo dice ‘bueno, mientras yo pueda conseguir parcelas o tenga opción de cultivar, qué importa que esté ahí el mesófilo’”.



El área a proteger abarca 6 mil 988 hectáreas en cuatro polígonos de lo que serían las faldas del Nevado de Colima. Son las barrancas conocidas como Alseseca, Atenquique – Loma Alta, Barranca los Bueyes y El Borbollón, en los municipios jaliscienses de San Gabriel, Zapotlán el Grande, Tuxpan, Tonila, Zapotitlán de Vadillo y Tolimán.


Una pequeña parte de la barranca del Borbollón sería territorio del municipio de Comala, en el estado de Colima.



Debido a que los bosques mesófilos de montaña de El Nevado forman un puente entre ecosistemas fríos y tropicales, la biodiversidad es significativamente alta, lo que se demuestra en la diversidad de murciélagos, animales que polinizan la flora de la región.


Sonia Navarro lo explica: en una sabana casi del tamaño de México, ubicada junto al Amazonas, el ecosistema más diverso del mundo, se han detectado sólo 25 especies de murciélagos.


“Nosotros en esta montañita nada mas (en el Nevado), en este pedacito del bosque mesófilo llevamos 26 especies registradas de murciélagos, y todavía estamos registrando especies nuevas”.



Buscan apoyo político

Para lograr el Área de Protección de Flora y Fauna Bosques Mesófilos Nevado de Colima, los científicos que sustentan la propuesta señalan que escencialmente se requieren dos cosas: voluntad política y un buen trabajo de consenso entre las comunidades de los alrededores.



“Aquí la cuestiones es que hay una voluntad política expresa, así lo menciono la titular de Semades (Martha Ruth del Toro Gaytán). Está hecha la parte técnica, pero además (se requiere) que estén interesados algunos políticos y le vean una rentabilidad política para nosotros es muy importante”, indica Armando Chávez Hernández, del Departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara.



“Que primero estén bien informadas las comunidades de esto y ver las reacciones e incluso las ideas que ellos tienen para poder hacer realidad la protección porque sin su concurso no se va a lograr nada, entonces se puede lograr el decreto por el interés político, pero esto con mucha frecuencia esta desconectado de la realidad de las comunidades, nosotros ya lo hemos propuesto pero tenemos recursos limitados y posibilidad de acción limitada”.


Agrega que ellos como científicos no podrían ir a todas las comunidades, convocarlas, por lo que requieren apoyo gubernamental.



“Dentro de las comunidades habrá gente a favor y gente en contra, la cuestión es llegar a acuerdos que permitan hacer participar a la gente y sobre todo llegar a la conciencia de ellos sobre la importancia y la necesidad de este patrimonio, que fundamentalmente es para ellos”.

En las áreas protegidas las comunidades no están impedidas de realizar actividades productivas, siempre y cuando se demuestre que se harán de forma sustentable, sin poner en peligro la continuidad del ecosistema.



La declaratoria podría ser la primera de carácter estatal, como pretende la titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán, aunque también podría ser federal debido al interés del titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ernesto Enkerlin, al considerar que los bosques mesófilos de montaña tienen una importancia relevante.



¿Por qué proteger los bosques mesófilos de Jalisco?

  • Son zonas potenciales para el ecoturismo
  • Garantiza la sobrevivencia del ecosistema más amenazado del país
  • Protege las zonas de mayor biodiversidad
  • Capturan carbono
  • Producen agua a las comunidades de alrededor
  • Regulan el clima en la región
  • Unen corredores de fauna

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